02- Capítulo 2

A pesar de que es de noche, puedo distinguir su figura en el balcón, mirando la ciudad. Dudo un momento antes de salir a verlo, sintiendo de inmediato la fría brisa nocturna chocar contra mi piel. …l se da cuenta de mi presencia, pero sigue mirando a la nada. El silencio que se forma entre nosotros no es incómodo, sino… agradable. En su rostro puedo ver de nuevo esa mirada distante, triste, y me preguntó qué pasa por su mente…

Me acerco un poco y rodeo su figura con mis brazos, al tiempo que un leve escalofrío recorre mi cuerpo ante el contacto con su piel fría.

-Estás congelándote aquí… -le digo suavemente, intentando llamar su atención. JaeJoong mira mis manos rodeando su pecho, y lleva una de sus propias manos a descansar sobre las mías.

El contacto dura sólo unos minutos, porque después JaeJoong se suelta suavemente y entra de nuevo a la casa.

…más entrada la noche lo oigo llorar en su cama, pero no tengo valor de preguntarle qué pasa…



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Me despierto, dándome cuenta de que aún es muy temprano. El reloj de mi mano derecha marca las 5:00 am, y gruño en protesta. Me cubro más con las mantas, y recién ahí me doy cuenta de que JaeJoong ya no está en mi cama. Mi cerebro funciona lento, así que me pongo a pensar en donde puede estar, y antes de que pueda llegar a una conclusión, él sale del baño, con una expresión muy adormilada. Al verme despierto sonríe levemente y se queda parado en su lugar, entre la cama de ChangMin y la mía.

Veo la duda en su rostro, y antes de que pueda irse a dormir en la cama de Min, le indico con una mano que venga a mi cama de nuevo. Por suerte él accede, y nos acomodamos de nuevo. Me gusta sentir esta cercanía con su cuerpo. Sentir su respiración cerca de mí.

Despacio llevo una mano hasta su rostro, y lo acaricio; él cierra los ojos, sin detenerme en mi acción. Su piel es tan suave, y me siento tan afortunado de poder tocarlo… No me canso de mirarlo, de admirarlo; me hace feliz.

Pasados unos minutos JaeJoong lleva una de sus manos a mi cintura, tímidamente, acariciando mi piel bajo mi pijama. Por un momento dejo a mi imaginación libre, y me imagino que JaeJoong va a decirme que me ama, y a pedirme que nunca lo deje. Una sonrisa se forma en mi rostro ante ese pensamiento.

Lentamente cierro mis ojos y me preparo para dormir un rato más, cuando su mano se adentra más bajo mi ropa, y un calor inmenso se apodera de todo mi cuerpo. Abro los ojos de inmediato y lo miro intensamente. Quiero expresarle a través de mi mirada el deseo que siento.

JaeJoong no abre los ojos, sino que se acerca aún más a mí y hunde su rostro en mi cuello, dejándome sentir más claramente su respiración, ahora sobre mi piel. Temo que mi pulso acelerado ahora es difícil de ocultar. Su mano traviesa rodea mi espalda y se queda ahí, quieta. Sus acciones siempre me dejan confundido, no se qué es lo que quiere de mí, si es que quiere algo. Tal vez ya se habrá dado cuenta de lo que me pasa con él, y sólo está jugando conmigo…

Sin pensarlo dos veces, y antes de arrepentirme, llevo la mano que tenía en su mejilla hasta su nuca, y alejo un poco mi rostro, de modo de poder mirarlo. Jae no abre sus ojos y sólo mueve su cabeza un poco hacia arriba, quedando frente a mi rostro.

Mis labios buscan los suyos de inmediato, y él no se resiste, dejándome probar su sabor al entreabrir nuestras bocas. Mi lengua se encuentra con la suya, y la acaricia suavemente, deleitándose con su suavidad. El calor que siento en mi cuerpo ahora es indescriptible y delicioso. Delicioso, como JaeJoong.

El beso no dura mucho, pero luego de separarnos buscando aire, es él quien se acerca para besarme de nuevo, sin tomar el control, sino dejándose guiar por mí. Me pregunto qué estará pensando en este momento. Siento como si estuviera soñando…

Un movimiento de su parte hace que abra los ojos, encontrándome a Jae durmiendo abrazado a mi cuerpo. Me cuesta un poco darme cuenta de todo… sí estaba soñando? En mis labios puedo sentir su sabor, y el roce de nuestras lenguas…

Me muevo un poco; su cuerpo está completamente pegado al mío, y un leve roce de su pierna me hace darme cuenta que mi miembro está semi despierto. Maldigo mi suerte, y cierro mis ojos tratando de quitar las imágenes del sueño de mi mente, tarea un poco difícil teniendo a JaeJoong contra mi cuerpo. Me muevo de nuevo, y entonces sus brazos se agarran aún más fuerte de mí. Está despierto.

-JaeJoong… -digo en un susurro, acariciando su cabello.

…l no contesta. Por largo rato nos quedamos en silencio, hasta que siento algo cálido cerca de mi pecho, y su espalda temblando levemente. Mi mano busca su rostro y entonces confirmo mis sospechas, cuando siento las lágrimas deslizarse por sus mejillas. No pregunto nada, sólo lo abrazo y lo apoyo.

-Te quiero… -le digo suavemente, poniendo mi alma en esas palabras. Jae llora silenciosamente y se agarra con firmeza de mi cuerpo. Me siento muy inútil con él en mis brazos, llorando, y sin saber porqué ni qué decirle para que se sienta mejor.

Minutos después sus brazos aflojan su agarre en mi cuerpo, y entonces me alejo un poco para ver su rostro. El húmedo camino que las lágrimas dejaron sobre sus mejillas es claramente visible. Jae mantiene los ojos cerrados, en una expresión muy triste. Se ve hermoso, como un ángel. Mi mano alcanza su mejilla y seco sus lágrimas suavemente, y cuando termino me dispongo a acariciar su mejilla, su cabello. …l parece relajarse con mis acciones, así que no me detengo.

Estamos tan cerca que siento su respiración chocar con mi rostro. Acerco un poco más mi rostro, y nuestras narices se topan. Jae abre los ojos lentamente y otra lágrima cae de sus ojos. Mi corazón late tan rápido, tan rápido… Muevo mi cabeza un poco acariciando su nariz con la mía, y una de sus manos se posa en mi pecho, y agarra la camiseta de mi pijama. Suavemente sigo moviendo mi cabeza, ahora acariciando su mejilla, y de repente nuestros labios se rozan. Su mano agarra más fuerte mi camiseta. Me acerco un poco; quiero probar sus labios de nuevo. …l no hace nada para detenerme, pero antes de que nuestros labios se junten, se aleja un poco y esconde su rostro en mi cuello. No entiendo su acción, pero la respeto. Quiero besarlo, pero no puedo hacer nada si él no me deja.

En silencio espero que se calme, y él poco a poco lo hace. Su respiración ya es tranquila.

-Perdón por esto… -me dice con voz más compuesta, alejándose de mí para mirarme- No sé que me pasó…

Otra vez la máscara de frialdad en su rostro; no quiero verlo así. Me gusta ver sus expresiones, me gusta ver sus lágrimas. JaeJoong, no te reprimas con tu Yunnie…

Suavemente vuelvo a abrazarlo, intentando guardar los restos de calor que quedan en su cuerpo, ahora que ha vuelto el JaeJoong frío. …l se tensa un momento, pero luego sus músculos se relajan, y colapsa contra mí de nuevo. Todo su cuerpo contra el mío. Ya no está llorando, sino que respira tranquilo sobre mi cuello, haciéndome leves cosquillas.

No me importa mostrarme demasiado posesivo, porque así es como soy. No puedo ser de otro modo cuando de JaeJoong se trata. Y no puedo dejar de desear que él lo sea también conmigo.

Mis brazos sostienen su cuerpo con delicadeza, pero también firmemente. Mi corazón late rápido de nuevo ante la idea de estar conociendo más al verdadero JaeJoong, al indefenso. A pesar de que a mi mente vienen varias cosas que quiero decir, preguntas que necesitan respuesta, no digo nada. No quiero cuestionar esto, porque no quiero que se acabe.

Con una mano acariciando su cabello y la otra abrazándolo lo siento quedarse dormido tranquilamente, y ya asegurándome que está bien, me dispongo a dormir también.


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Ya hace media hora que JaeJoong salió, diciendo que iba al doctor. Me habría gustado acompañarlo, pero él se negó firmemente, prometiendo no tardarse para que pudiéramos comer juntos. Solo, me siento en el sofa a ver televisión; no se qué hacer para distraer mi atención de JaeJoong.

Al despertar ninguno de los dos dijo nada de lo que pasó; quería preguntar pero decidí no hacerlo luego de ver su expresión de angustia ante la mía de curiosidad. Tal vez luego me hablaría de eso… Realmente quiero saber el motivo de su llanto.

Con la cabeza apoyada en el respaldo del sofa me fui quedando dormido; no se cuánto tiempo estuve medio despierto, pero de pronto el ruido de la puerta cerrarse me despertó completamente, y me levanté para ver a JaeJoong, que seguramente llegaba del doctor.

-Cómo te fue?- pregunto con una sonrisa, acercándome instintivamente para abrazarlo. …l sonríe tímidamente y me deja abrazarlo, apoyando su cabeza en mi hombro.

-Bien… Pero tengo que ir a control la próxima semana…

Eh? Mi JaeJoongie está enfermo?

-Pasa algo malo?

-No. Nada para preocuparse. Estoy cansado, voy a dormir un rato…

Tal y como llegó lo veo desaparecer de mi vista tras la puerta de la habitación. Me siento tentado a seguirlo, pero prefiero respetar su espacio… En el sofa me acomodo de nuevo, a pensar. Mi mente por alguna razón siempre se llena de pensamientos de JaeJoong, siempre estoy pensando en él. Estoy realmente enamorado de mi JaeJoongie. Enamorado de sus ojos, de su risa, de sus labios, que sólo he probado dos veces en mi vida y ya soy completamente adicto a ellos…

Media hora después me pongo a pensar que tal vez JaeJoong tenga hambre cuando despierte, así que me levanto a ver que hay de comer en la cocina, y no me sorprendo al darme cuenta de que no hay nada. Al menos nada que sea inmediatamente comestible; y yo no estoy dispuesto a arriesgarme a incendiar la cocina e intentar preparar algo, así que tomo el teléfono y pido ramen para ambos.

La entrega a domicilio es rápida, 20 minutos después ya tengo el ramen listo en la mesa, y casi como si el olor lo hubiera llamado, JaeJoong llega al comedor con una expresión somnolienta, pero de todas maneras me sonríe al notar la comida servida.

-Pensé que tendrías hambre…

-Gracias, Yunnie-ah…



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Los siguientes días JaeJoong se ausentaba mucho; pocas veces tenía tiempo de estar con él… Casi siempre estaba en el teléfono, o salía a ver a una de sus hermanas que vive en Seoul. Tenía muchas ganas de preguntarle qué pasaba, pero él siempre me sonreía para tranquilizarme, y luego se acercaba a abrazarme antes de salir por la puerta y dejarme de nuevo solo.

Realmente quiero formar más parte de su vida; quiero que no nos separemos nunca, pero me resulta impensable el hecho de hablar con él y decirle lo que siento. Cómo reaccionaría al saber que lo quiero más que a un amigo?

Las siguientes semanas iba al doctor muy a menudo, y me preocupaba… Pero el siempre me tranquilizaba con una sonrisa, y a veces un corto beso en los labios, que me dejaba viendo estrellas el resto de la tarde, hasta que él volvía.

Sus besos me dejaban alucinando, me encantaban, soñaba con ellos, me despertaba queriendo besarlos.

En las tardes como ésta, me sentaba en el sofá esperando que legara, y cuando sentía el sonido de la puerta me levantaba rápidamente para ir a encontrarlo.

Al verme una tímida sonrisa se posó en su rostro, y se acercó a mí. yo esperaba mi abrazo habitual y que me contara cómo le había ido, pero en cambio recibí el contacto de sus labios con los míos, y sus brazos alrededor de mi cuello. A pesar de la pose, el beso no fue desesperado, sino lento y tierno, delicado y romántico. …l iba guiando el ritmo, usando sus labios, y sólo un poco de su lengua. Mis mejillas ya estaban ardiendo, y a juzgar por la calidez del aire que había entre nuestros rostros, supuse que sus mejillas estaban sonrojadas también.

Cuando nos separamos no abrí mis ojos de inmediato, y sólo lo abracé fuerte contra mi cuerpo. Luego abrí mis ojos por sólo un momento, mirando esa sonrisa tímida de nuevo en su rostro, y me acerqué lentamente a juntar nuestros labios.

…sta vez yo llevaba el control, saboreando esos labios que me traían obsesionado. Una de sus delicadas manos comenzó a acariciar mi cabello, y me sentí en el cielo. Con su cuerpo tan cerca del mí, era fácil pensar que su corazón esta junto a mí también…

Despacio él se fue separando de mí, depositando cortos besos sobre mis labios, y la mano que acariciaba mi cabello se movió hasta mi mejilla. Mi corazón latía rápido, y mis piernas parecían no poder sostener el peso de mi cuerpo.

-JaeJoong… -empecé a hablar. Quería decirle muchas cosas, quería decirle todo lo que sentía por él, pero JaeJoong posó un dedo sobre mis labios, callándome, y al encontrarme con su mirada de absoluta calma supe que todo estaba bien así como estaba.


No necesitábamos palabras…

…Al menos no por ahora.

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